jueves, septiembre 29, 2005

¿Una noche distintas?... ¡¡no tanto!!

Bueno gente ya que parecen ser "abiertos" en las concepciones acerca de la mujer, que no van a juzgarme y demás, tengo una historia para contarles. Acá va...
Salida entre amigos (como debía ser para la ocasión). Previa entre tragos, charlas, algo de música acorde, y más tragos; sólo lo suficiente, no hay que pasarse porque esperan presas para ser atrapadas, que se desviven por ser devoradas. La entrada en un bar obligatoriamente oscuro, la idea es no volver sola. Al ingresar todo cambia , hay nuevas cosas para mirar, lo importante es buscar un buen objetivo, tarea poco fácil ya que la noche es corta y el tiempo tirano. Primero el reconocimiento del lugar, no hay que equivocarse. Ahora sí, ya lo había visto, era él, y si no algún otro que cumpla con lo requerido.
Lo miro y parece mirarme, buen comienzo. Definitivamente me vio, no podía no haberme visto. De repente una cara me dice que esta todo más que bien, sigo atentamente sus movimientos, vuelve a mirar (¡¡esta noche era la mía!!), al instante reitero mi mirada pero ya no esta, cómo pudo escaparse, pero una sorpresa hace que mi corazón galope a fondo, esta caminando en dirección a mí. Lo estoy viendo de cuerpo entero ¡Todo un trofeo!. Se acerca, lo miro insinuando, me mira sorprendido. Se me acerca más aún, acomodo mi cuerpo como para entablar alguna conversación fructífera y... me esquiva de manera monumental y saluda a mi amigo gay, con sólo un movimiento de ojos supo matar mi noche de profunda diversión, echó por tierra alguna posibilidad, si es que todavía existía, de mantener al menos un hilo del autoestima que esa noche me había poseído; y continué con la noche que había empezado horas atrás, entre amigos, tragos, y más tragos. A la vuelta no éramos el mismo número que había ido, aunque no variaba demasiado, sólo faltaba uno, sí ese. De cualquier manera ¿ a quién no le paso alguna vez?

viernes, septiembre 23, 2005

Cuestiones sobre histéricas e ¿hitéricos?

Era una noche de esas...igual a todas las demás, yo en busca de descanso prendí “la caja boba”, la cual es más boba que las demás porque sólo puedo pasearme por 4 canales, cuatro de los más bobos.
El control paró en esa fuente de creatividad llamada “Sin códigos” una innovadora propuesta de esa mente taaaaaaaaaaan artística (porque mejor del cuerpo y sus dotes expresivos de actor ¡ni hablar!) del chueco Suar, justo cuando el señor Nilcen, personaje protagonizado por el ya nombrado actor, decía, con esos ademanes de hombre histérico y maricón (pero hombre al fin), “ el problema es que las mujeres no se entregan, dan muchas vueltas y nunca dan el primer paso...”. He aquí que su tan profunda expresión, me llevó a hacer unas reflexiones acerca de los razonamientos masculinos, que los podríamos ampliar a otros sectores, ya que, y de esto me hago cargo, a veces nos prendemos y terminamos haciéndolos nosotras también.

1.Si una mujer se entrega rápido, se gana el nombre de Gato, o mejor señora, en palabras simples, es una puta, ramera, chica fácil.

2.Si, por el contrario, la señorita, pone algunos frenos, excusas, la típica “vayamos despacio”, no es ni tímida, ni quiere hacer las cosas bien, sino que, en el vocabulario masculino es una Histérica.

3.En el medio de estas dos categorías, hay unas subclases más, podríamos nombrar a algunas como las frígidas, mal cogidas, calienta pavas, etc., etc. (hombres: ustedes saben más que yo de esos sinónimos que utilizan para nombrar a sus objetos de ataque)

Ahora bien, la cuestión es:

1.Leyendo detenidamente los comentarios del blog, veo que lo más fácil es caer en el término “histéricas” o “histéricos”, y a mi parecer , no se lo debería poner en cualquier lugar, ya que no es un término que incluya a ambos géneros (histeria proviene de útero), aunque los síntomas sean los mismos en ambos casos, el del hombre tendría que tener otro nombre, a no ser que se sientan plenamente mujeres (¡el transplante de útero sería una ganga!). Entonces ¿cuál sería el adjetivo nominal para un hombre que si lo atacan porque lo atacan y si no lo encaran porque no lo encaran? (quisiera escucharlo a Freud!!!)

2.Una pregunta que quizá le sirva señores para reflexionar... ¿no será qué como ustedes dicen, las mujeres somos débiles, hacemos lo que ustedes quieren, nos tienen a sus pies (y toda esa sarta de discursos que se mandan en sus rondas de charlas con sus mejores actitudes de langas superados), por lo que en ese afán nuestro de complacerlos, no sabemos que hacer, porque ustedes tampoco saben lo que quieren, entonces terminan sus actos creando esto que odian tanto, es decir, mujeres histéricas?. Si es así, háganse cargo de sus actos, después no se quejen si se encuentran con mujeres que lo único que hacen es reproducir lo que ustedes trasmiten.


3.Por lo tanto nuestros actos no solo son reproductores sino también creadores...y aunque la advertencia llegue un poco tarde ¡ojo cuando actúan, pueden crear algo después moleste!

4.Después de esto solo me queda cambiar de canal, este representante masculino, es muuuy...¿histérico?...(ya se nos ocurrirá algún otro adjetivo, ya que a los humanos nos encanta clasificar y rotular), aunque...mejor vuelvo, la representante femenina rubia del otro canal es media insoportable, pobre (¡¡¡ven lo que hicieron!!!, jajaja)

lunes, septiembre 19, 2005

yo vuelvo sola......

Quizas para algunos sera una tonteria... pero me pregunto si es tan malo esto de volver sola (luego de una tarde o noche compartida con gente querida, de lindas charlas de risas, de discusiones, etc) por que mientras mis pasos realizan la cotidiana caminata hacia mi hogar, mi cabeza va "maquinando" los momentos por los que pase...... hasta que frente a mi se para esa pregunta ¿se extrañara la soledad? por que soy tan fiel a ella? o por que en algun momento del dia la llamo? Quizas por que aprendi o me acostumbre a tener un tiempo para mi ¿y eso esta mal? que me quede pensando en silencio en soledad........ ¿acaso la soledad no es una compania tambien?¿acaso estar un rato consigo mismo no es una compania? quizas me hago muchas preguntas, de las cuales no tienen respuestas. Pero creo que saber compartir un buen momento consigo mismo tambien nos posibilita poder disfrutar el tiempo con los demas!!

lunes, septiembre 12, 2005

¿qué es una ella vuelve sola?

Siguiendo con las explicaciones del motivo de las "ellas vuelven solas" acá les dejo un ensayito.

La pregunta inicial es ¿qué es una “ella vuelve sola”? Y no es pregunta fácil, además a esta pregunta se le suceden tantas otras. Pero yo voy tratar de definir un poco quienes seríamos. Chicas, ¡¡todas podemos ser una ella vuelve sola!!, pero hay diferentes categorías, y que quede claro que todas tratamos de dejar este grupo. Hoy somos nosotras quienes emprenden este viaje, pero tenemos la certeza que en algún momento dejaremos de volver solas, y que habrá otras que van a estar acá, pensando en la manera de encontrar una salida a esta delicada realidad .
Ahora bien, no es lo mismo quien vuelve sola una noche, que quien hace largas noches que esta volviendo sola; esto quiere decir que aquella que no tiene incorporado en su mente llegar a volver sola, se va sentir mal, desilusionada de sí misma, confundida y hasta triste. Pero no pasa así con las que ya sabemos que lo mas probable es que volvamos solas, es más ya sabemos con quien salir para volver solas, ya tenemos un grupo al cual hasta nos da pena dejar. Entonces volvemos contentas, aunque comentando que una nueva noche paso y seguimos en el grupo. Además hacemos apoyo grupal, esto es reivindicar nuestro espíritu, pensar que esa es la última noche y hasta llegamos a convencernos, a veces..., depende de la noche, la presencia masculina que hubo durante el tiempo que estuvimos juntas, la música y hasta el clima.
En fin la verdad es que una “ella vuelve sola” no es difícil de encontrar, todos tenemos alguna amiga, prima, vecina, conocida (si es que no somos nosotras mismas) que le esta pasando. Por eso yo las invito a que nos cuenten qué es lo que les pasa a ustedes cada noche, o por casualidad ESA noche que les tocó volver solas, qué fue lo que falló que les toco vivir tremenda situación, que no cualquiera supera, por eso es que estamos acá para hablar de estos temas tan comunes y a la vez, tan poco hablados en algunos ámbitos en donde nos rodean gente de otros clanes que no son este, en donde no hay quien vuelva solo y se siente descolgados, aislados, anómalos; pero acá si vamos a entendernos, porque nosotras “también volvemos solas”.

Otra mañana de silencios, de pensamientos alocados, de ideas que pugnan por expresarse y compartirse, de proyectos, de sueños, de luchas y de miedos.
“No temáis” me dijeron anoche, y pensé que no se puede vivir sin temer. El miedo es parte de nosotros, es contradictorio en su esencia porque nos da seguridad pero nos invade de inseguridad. Es lo que me lleva a querer quedarme acá, en mi lugar, en mi mundo, pero a la vez me desafía a mirar más allá, a posar mis pies en otros senderos, a escuchar la música de otros vientos, a sentir el aroma de otros amaneceres y beber del agua de otros ríos.
Temer es vivir, es morir en cada momento, es paralizante pero a la vez movilizante. Es una corriente que nos invade, nos recorre, nos penetra, nos da vuelta, contra la que batallamos pero que nunca nos abandona.
Y eso es bueno, porque si no tuviésemos miedo simplemente no seríamos humanos, sino alguna especie de sustancia desconocida vagando en por el infinito.
El miedo a veces me ayuda a arriesgarme mucho más, porque me desafía a vencerlo. Se para frente a mí, me llama, me incita, parece que quisiera ser derrotado, y tal vez para eso fue creado...para ser permanentemente derrotado y eternamente recreado.
Y nos movemos con él, y es otra de las cosas que nos hace únicos y que delata nuestra existencia como seres vivos.
Yo vivo porque temo, y crezco porque lucho contra mis miedos, tus miedos, los que me impusieron y los que yo misma me fui creando. Vivo porque se que todos me temen y que yo les temo a todos, y es por eso que me acerco a ellos, para ver si ese miedo es infundado (como casi siempre lo compruebo) o el peligro es realmente cierto (como tantas veces me ha pasado).
Entonces propongo darle un nuevo sentido al miedo, un significado que lo aleje de esa connotación paralizante, casi odiosa en la cual lo hemos encerrado. El miedo puede ser liberación, puede ser crecimiento, puede abrir caminos y dibujar nuevos cielos. El pichón teme volar, pero ese temor lo ayuda a arriesgarse, a mirar el horizonte eterno con deseo y así echarse a volar.
Hagamos del temor una fuerza positiva, una fuente de energía que nos impulse a seguir levantándonos cada día sabiendo que él esta y eso significa que latimos, respiramos, sentimos, deseamos, vivimos.
Yo temo volver sola, y si embrago apuesto a que mañana será diferente y me arriesgo, como cada noche de ronda, a desplegar una vez más las alas en busca de nuevos cielos.


Paraná, 03 de septiembre de 2005.-

sábado, septiembre 03, 2005

Ellas Vuelven Solas

Ellas vuelven solas, que no significa que se sientan solas, porque que es la soledad
sino una compañía que inventaron aquellos que no encontraron brazos en los que refugiarse o besos en los cuales abandonarse.

Ellas vuelven solas, pero con ellas viene el sabor de otra noche de música, de miradas cómplices, de suaves contoneos, de vasos vacíos y porque no, algunos deseos prohibidos.

Ellas vuelven solas, pero siempre pensando que esta será la última vez, porque para ellas siempre hay una próxima vez, que hace más fácil de caminar las largas calles de la ciudad que aún duerme, y las ayudará a levantarse mañana con las mismas ganas de siempre de ponerle el pecho (aunque no tengan en abundancia, ja, ja!) a esta vida que parece burlarse de ellas.

Yo vuelvo sola, aunque en realidad vuelvo con ellas, las que caminan a mi lado y las otras que caminarán en otras calles, en otras ciudades, pero que sienten y piensan lo mismo que yo: Por qué?

Y la verdad es que no se si vale la pena preguntárselo tanto, si al final de cuentas nos podemos reír de nosotras mismas, hablar a "calzón quitado" de lo que nos pasa, de lo que sentimos, de lo que vivimos, de lo que soñamos, de lo que quisiéramos ser y no somos, de lo que esperamos y desesperamos.

Por ahí es el precio de una vida anterior de abusos, comportamientos prohibidos, miradas osadas y pasiones prohibidas. Si así fue y este es el costo...mira que habremos sido PUTAS.

Ellas van y vuelven solas, ellas se acuestan y levantan cada noche sin más compañía que la de su almohada, pero están vivas y eso ya es una chance. Ellas sonríen y lloran sin tapujos, y eso significa que sienten, que vibran, que aman y odian.

Ellas se ríen de todo y todos, pero antes que nada de ellas mismas, y se sienten así únicas, distintas pero tan iguales....y me dirán que soy contradictoria, que las vuelven solas son una paradoja, un laberinto en el cual mejor no adentrarse.

Y les diré que tienen razón, que todavía no terminamos de entendernos a nosotras mismas, que todavía no dejamos de buscarnos, de tratar de definirnos, de desarmarnos y rehacernos. Que somos no solo el camino que andamos, sino el que estamos construyendo. Que no somos solo el cielo que miramos, sino aquel que soñamos alcanzar. Que no somos el amor que no tenemos, sino aquel que siempre esperamos y que a veces hasta nos arriesgamos a buscar.

Ellas ya no vuelven solas, ahora vuelven con vos y es bueno que empecemos a armar esta conversación...